Imagen tomada de la red |
Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado si existe la suerte. Debo decir, que yo particularmente solía pensar que carecía de buena fortuna, mientras que muchos de mis conocidos la disfrutaban cada día.
Hace mucho tiempo que llevo investigando acerca de este tema y me he tropezado con todo tipo de posiciones, los que dicen que se nace con suerte y los que dicen que uno crea su propia suerte. Desde mi punto de vista, creo que lo que si ocurre es que por nuestros genes, crianza, o una mezcla de ambos, estamos más predispuestos a ser optimistas o pesimistas. Y Uds. dirán ¿Qué tiene que ver esto con la suerte? pues mucho, ya que nuestra forma de ver las cosas nos predispone a creer ser más o menos afortunados, cuestión de mente. Es como el famoso cuento del vaso; para ponerlo más claro, imagínense que ese vaso contiene nuestra bebida favorita, quien lo ve medio lleno seguro se siente mucho más feliz (o por lo menos contento) que quien lo ve medio vacío.
La mente es muy poderosa y puede hacernos muy dichosos, así como también desafortunados. Esto último lo empecé a entender tras ver el documental de “El Secreto”, uno debe sentirse primero optimista para después serlo y tomarse los inconvenientes como una forma de crecer y ser más fuerte. Según mi opinión, esta técnica que demuestran puede ser un poco digamos extremista, no creo que sea necesario estar analizando como locos cada uno de tus pensamientos para convertirlos en cuestiones positivas, pero sí creo que la esencia de lo que se dice tanto en el libro como en el documental, ayuda mucho a comprender que la actitud que tengamos frente a los problemas nos permite salir o no airosos de ellos.
Imagen tomada de la red |
(Les recomiendo que lean el artículo, lo pueden consultar en la revista " Redes para la Ciencia" nº 6)
También he de destacar que ayer fui a una charla de orientación universitaria de empleo y en ella se comentó la importancia de ser positivo en el trabajo. Hoy en día, en un mundo tan cambiante, tan dinámico, los empresarios no buscan en sus empleados únicamente conocimiento, sino también buscan personas con gran inteligencia emocional (que son las optimistas), motivadas y que aporten “buenas vibras” a la empresa.
Imagen tomada de la red |
Como decía al principio de este post, yo siempre pensé que tenía poca suerte, pero con el tiempo he ido cambiando mi forma de ver las cosas y me he sorprendido a mi misma porque cada vez me va mucho mejor, es una cuestión del día a día, de superarse como persona. Les cuento que cuando yo siento que algo no va muy bien, me repito a mí misma “confía en ti, tu puedes hacerlo”, es muy importante que cultivemos el amor por nosotros mismos, ya que si no nos queremos, cómo vamos a vendernos al exterior.
Espero que les haya gustado esta entrada y que les sirva mi experiencia (aun poca) para que creen en su vida toda la suerte que se merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario